sábado, 13 de marzo de 2010


Las caídas de esas que generan dolor en el alma, te ayudan a avanzar sin tener en cuenta opiniones, caducidad o principios inútiles de lo que siempre termina, de lo que en invierno se vuelve frió y muerto, o en los dislocados meses de verano. De un infinito al otro, en medio de ambos puntos, quizás me encuentro yo, o lo que queda de lo que pensé quedaría.



De hecho ... No es tan difícil vivirlo ... ya no

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